Escrito por: Natural Athlete
El pescado y los frutos secos son una combinación perfecta si encontramos la receta adecuada. Te proponemos un salmón crujiente que no es demasiado laborioso, y el resultado es muy sorprendente tanto por la textura como por el sabor. El salmón, un pescado azul, nos aporta omega 3 bueno para el corazón y el sistema circulatorio. Las almendras son saciantes, antioxidantes y contribuyen a reducir el nivel de glucosa en sangre, algo necesario para las personas diabéticas. Este salmón crujiente es un plato gluten free para comer a mediodía, o para sorprender a esos amigos que vienen a cenar a casa.
Ingredientes para el salmón
400 g de salmón fresco
1 huevo
Sal marina sin refinar
Pimienta negra recién molida
Para la salsa de almendras

1/cuarto de taza de crema orgánica de almendras
25 g de mantequilla
170 ml de leche
25 g de harina de almendra molida
1 piza de nuez moscada
Pimienta negra molida
Sal al gusto
4 ml de salsa de soja
1 ml de vinagre de arroz
1 cucharada de aceite de oliva virgen extra
Elaboración
Para hacer tu salmón crujiente, empieza por precalentar el horno a 180ºC; salpimenta los filetes de salmón y resérvalos.
Con una batidora pica las almendras crudas, y deja algunos trozos un poco más grandes. Añade una pizca de sal y pimienta a la almendra, y pon sobre una bandeja para rebozar en ella el salmón.
Para el rebozado, primero pasa los filetes por huevo batido, y después por la almendra.
Pon lo filetes de salmón sobre una bandeja de horno, y hornea 20 minutos o hasta que la almendra se tueste.
Para la salsa de este salmón crujiente, pon en un cazo la mantequilla, el aceite de oliva virgen extra y deja que se fundan a fuego bajo.
Incorpora la leche, la almendra molida, la nuez moscada recién rallada, la pimienta negra recién molida, la sal, la crema de almendras, la salsa de soja y el vinagre de arroz.
Lleva a ebullición moviendo de vez en cuando con las varillas, y cuando hierva, deja de remover, baja el fuego y deja que espese. Añade al gusto sobre al salmón.
Consejo de chef: Guarda en caliente la salsa sobrante, así no espesará demasiado y te servirá para otras recetas.





